La importancia de las hembras en la planificación de cría.

LA IMPORTANCIA DE LAS HEMBRAS EN LA PLANIFICACIÓN DE LA CRÍA

Entre los criadores es bien sabido que las hembras capaces de producir cachorros robustos y conformes al estándar establecido no son necesariamente las que han destacado en las competiciones deportivas y pruebas de belleza, sino aquéllas activas, inteligentes y con buenas aptitudes naturales para su trabajo, respaldadas por un buen pedigrí. Una hembra media o hembra tipo, además de las cualidades apuntadas, seguro que presentará algún pequeño defecto de menor importancia, que transmitirá a parte de su descendencia, pero también tendrá excelentes características que recibirán sus hijos.
El criador debe buscar no sólo la corrección de la hembra de acuerdo con el estándar de su raza, sino también elementos tan importantes como que sea buena para parir, buena madre amamantando y posea un excelente temperamento.
Cambiemos nuestros valores

Una inveterada costumbre entre los criadores ha sido infravalorar a las perras de cría, y el ejemplo más palpable lo encontramos al hablar de las líneas de sangre, configuradas siempre a razón del macho y la tendencia a atribuir todos los méritos de unos buenos cachorros e incluso la continuidad de la estirpe a esas líneas masculinas, olvidando la gran aportación de las hembras. Es necesario que a este respecto cambiemos nuestros valores, pues son prejuicios heredados del siglo XIX, cuando se desconocían las leyes de la herencia y se le daba a la paternidad un valor exagerado.

Todos los que se interesan por una raza lo primero que se aprenden es el nombre de los machos más destacados, ésos que son las estrellas de las competiciones. Es fácil comprobarlo, y basta con entrar en cualquier foro para encontrarnos con mensajes de foreros preguntando por los cachorros de alguno de esos machos estrella, olvidando que sin una hembra no hay cachorros. Lo correcto sería saber también con qué perras tuvo tales cachorros y qué tipo de hembras son las que mejor cuadran con el semental estrella. Pero eso se olvida generalmente.
El prestigio de un semental se perpetúa en el tiempo y hasta se habla de nietos o bisnietos de tal perro conocido. Pero, ¿y las hembras? Es fácil darse cuenta que todo cachorro recibe el cincuenta por ciento de su carga genética de cada uno de sus progenitores, luego la mitad de las virtudes o defectos de ese cachorro proceden de su madre. Si además sabemos que esa herencia procede de una combinación aleatoria, olvidar o desdeñar el papel de las hembras es casi el suicidio del criador.
Buenas hembras, buen criadero

“Tengo una hembra correcta de tipo, buen pedigrí y buena cazando, y me he propuesto realizar la selección del macho idóneo para criar una camada”. Lo primero que la mayoría hace es buscar un perro exitoso, uno de esos machos de los que se habla en los corrillos de aficionados a la raza y mirar su descendencia para comprobar que da hijos que nos resulten satisfactorios. Rara vez tenemos en cuenta las hembras con las que ese perro tuvo sus cachorros, que pueden ser grandes reproductoras que aporten tanto o más que él. Una buena hembra reproductora es primordial en el plan de cría de cualquier criadero que quiera hacer un trabajo serio. El concepto que se tiene de perra de cría debe variar, por la importancia primordial que tiene la hembra en el aporte de material genético a los cachorros. La hembra es mucho más que un vientre para parir.
En el mundo de los perros venimos padeciendo, desde hace décadas, un error: sólo los que ganan en los concursos son buenos. Un sujeto ganador de monográficas y exposiciones caninas, seguramente no presentará aspectos indeseables en su conformación física. Pero su inteligencia y cualidades venatorias pueden no ser las más adecuadas para nuestra perra. Y criar camadas de cachorros que se desarrollarán con buena perfección morfológica pero mediocres cualidades cinegéticas es un fracaso.
El papel de la hembra durante la crianza y sociabilización

La hembrra no es sólo importante por aportar el cincuenta por ciento del material genético del cachorro, lo es también por ser fundamental en su crianza y durante el vital periodo de socialización de los cachorros. Y es que en la obtención de buenos perros, los factores ambientales juegan un papel muy destacado y en algunos casos, incluso estos factores decantan de tal modo la balanza que pueden hacer perderse una camada hija de los mejores reproductores. No olvidemos la ecuación “fenotipo = genotipo + medio ambiente”. Y es que de nada sirve hacer que los mejores perros se reproduzcan, si a los dos meses la insalubridad del criadero y la falta de una alimentación adecuada y de un aporte de calcio y vitaminas a la hembra durante la lactancia provocan que tenga escasa leche y de mala calidad, entre otras cosas. Esto convierte a los prometedores cachorros en animales enfermizos y débiles.
También es importante la hembra por la educación que imparte a los cachorros desde el momento en que inicia su destete. El futuro carácter de un cachorro está muy influido por el temperamento que aprende de su madre. El perro es básicamente imitativo y las reacciones de la madre, sean de temor, nerviosismo o templanza y coraje, son recibidas y asimiladas por los cachorros. Insisto, no despreciemos el papel de las hembras en nuestros planes de cría.

Fuente: página del REAL CEPPA